miércoles, 27 de marzo de 2013
Debemos recurrir a nuestra fuerza más íntima para retar obstáculos y atropellos.
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Tenemos que desmentir esta impresión fatalista que movió la mano del que dibujó esta caricatura: |
En
un esfuerzo agotador, intenso, Capriles Radonski continuó hoy su recorrido cumpliendo con Asambleas de ciudadanos llenas hasta el tope, calles y calles de
venezolanos entusiastas, de todas las
edades, que le corean en sus propuestas
y responden en el aire lleno de esperanzas sus preguntas.
Henrique
insiste en la verdad, en que este próximo 14 de abril hay que enterrar la mentira, y que sin la verdad no puede haber País.
Asegura, apasionado, que confía porque la verdad siempre sale a flote.
Uno
lo que no acaba de contestarse es realmente
hasta cuando, donde y cuantos todavía pueden creerle a Maduro. La
capacidad de este hombre de mentir, esa maniobra tramposa,
fraudulenta y obscura que este régimen
mantiene desde la enfermedad del
líder castro comunista, este engaño gigantesco, este
maltrato indecente cuando se va a revelar en toda su dimensión a
los que todavía no son capaces de ver en su
dimensión lastimosa.
Este
uso de la figura desaparecida en fecha discutida, rebatida y desconfiada, es algo que tiene que chocar a quienes todavía
le respetan y siguen. Este histerismo
colectivo que avivan con hipocresía política y ambiciones personales, no puede
mantenerse impunemente ni siquiera en
este marco de atropellos y violaciones a
la ética y la verdad.
Nos
faltan días para esa decisión trascendental de nuestro destino, y la verdad lucha contra el más obsceno poder en todas sus expresiones desbordadas de
odio, de veneno, de locura.
Nos
queda mucho por superar, nuestro ánimo, nuestra capacidad de resistir, nuestra fuerza.
Tengo
muchos años convocando todo eso, nada ha sido fácil porque se han golpeado en lo más íntimo nuestros
valores abriendo puertas a la venganza y
la mentira. Hoy como nunca cada uno de nosotros, los que somos capaces de ver
la verdad tras la mentira del poder, tenemos que recurrir a nuestra fuerza más íntima para
retar obstáculos y atropellos. No podemos cejar en este empeño inmenso, exigente, que nos ha impulsado por
tantos años.
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Gracias por tu Comentario.
ISA DOBLES
Al respecto, este es mi comentario.
Mis respetos y, antes de entrar en materia, reciba de mí un respetuoso saludo.
Aprovecho la oportunidad para felicitar a quien dibujó la presente caricatura: ciertamente no es nada fatalista; es una realidad profunda y compleja reflejada lacónicamente en una imagen. Venezuela, tal como posteriormente lo hizo la Corte Suprema de Justicia, se suicidó el 6 de diciembre de 1998. ¿Por quién se suicidó? embriagada de ignorancia, se suicidó por el hoy finado líder del mal. No es mi intención ofender ni desmejorar la calidad de ninguna persona (ignorar es no saber, no es una ofensa ni nos hace menos que nadie; quien no sabe algo, es ignorante de ese algo). Venezuela murió víctima de una persona que le inoculó varios venenos letales: el odio-división, la mentira-engaño, la envidia-trasmutación; el culto-idolatría; el interés-ignorancia; el crimen-terror; el fin-exterminio. ¿Es mentira que Hitler mató a Alemania? no lo es; pero Alemania resucitó, aunque su muerte implícita quedó en la memoria de la humanidad. Venezuela también ha sido matada, no sabemos cuánta sangre más le queda por perder al cuerpo de este muerto pais antes de que pueda resucitar. Viendo el deterioro total de las arterias viales nacionales, hasta la inseguridad en todos los órdenes, pasando por la siembra de apatía e ignorancia generalizadas, sin soslayar el maltrecho aparato financiero-comercial-industrial, tomando muy en cuenta la torcedura de principios por el aliento de antivalores; entendiendo claramente que este país ha sido transformado en una multiplicada epidemia espiritual, ¿alguien todavía puede negar, o tildar de fatalista, que Venezuela yace muerta víctima de Hugo Chávez? (...)
Aprovecho la oportunidad para felicitar a quien dibujó la presente caricatura: ciertamente no es nada fatalista; es una realidad profunda y compleja reflejada lacónicamente en una imagen. Venezuela, tal como posteriormente lo hizo la Corte Suprema de Justicia, se suicidó el 6 de diciembre de 1998. ¿Por quién se suicidó? embriagada de ignorancia, se suicidó por el hoy finado líder del mal. No es mi intención ofender ni desmejorar la calidad de ninguna persona (ignorar es no saber, no es una ofensa ni nos hace menos que nadie; quien no sabe algo, es ignorante de ese algo). Venezuela murió víctima de una persona que le inoculó varios venenos letales: el odio-división, la mentira-engaño, la envidia-trasmutación; el culto-idolatría; el interés-ignorancia; el crimen-terror; el fin-exterminio. ¿Es mentira que Hitler mató a Alemania? no lo es; pero Alemania resucitó, aunque su muerte implícita quedó en la memoria de la humanidad. Venezuela también ha sido matada, no sabemos cuánta sangre más le queda por perder al cuerpo de este muerto pais antes de que pueda resucitar. Viendo el deterioro total de las arterias viales nacionales, hasta la inseguridad en todos los órdenes, pasando por la siembra de apatía e ignorancia generalizadas, sin soslayar el maltrecho aparato financiero-comercial-industrial, tomando muy en cuenta la torcedura de principios por el aliento de antivalores; entendiendo claramente que este país ha sido transformado en una multiplicada epidemia espiritual, ¿alguien todavía puede negar, o tildar de fatalista, que Venezuela yace muerta víctima de Hugo Chávez? (...)
JUSTO LIBERTANTE