Queriendo
sacar de un error a quien supongo excelente persona.
Muchas son las
circunstancias que definen o delimitan el tipo de aporte que un individuo puede
suministrar; de más está decir que hasta los animalitos algo aportan: poco o
mucho, grande o pequeño, siempre tienen algo que aportar y lo aportan en su
momento.
En
ocasiones sucede que somos neófitos en determinada labor, o en determinada
acción; no obstante, el hecho de que no sepamos o no queramos desempeñarnos en
una labor o acción determinadas no nos inutiliza para aportar con una crítica.
Pongamos un ejemplo: “X” no sabe conducir vehículos, “Z” tiene 20 años de
experiencia; “X” dice que “Z” anda sin precaución y que, si no pierde la
costumbre de comerse la luz roja a toda velocidad, está a riesgo de provocar un
accidente; “X”, luego de ver que “Z” obvia la alerta, terminará diciendo que
tarde o temprano “Z” va a ocasionar un desastre (lo más seguro es que, cual
ilustre profeta, simplemente no se equivoque).
Me permito
disertar por escrito, con el propósito directo y específico de causar profunda
reflexión productora de sólidas conclusiones: en realidad ¿qué es una
profecía…?, ¿acaso no es un aporte alertivo aunque no directamente
constructivo?, siendo fuerte y en ocasiones amenazante ¿una profecía no es un
aviso que persigue alertar para que se cambie el rumbo o la actitud por que en
caso contrario tal profecía se haría realidad?, ¿no será errático
conceptualizar profecía como infalibilidad de acontecimiento independientemente
de los procederes o conductas? (…).
He venido
siguiendo al profesor Agustín Blanco Muñoz, en todo lo que ha escrito en estos
años aciagos, y puedo dar fe de la secuencia sorprendente que ha seguido en el
dominio de la temática sociopolítica en que se ha debatido Venezuela en estos
tiempos desgraciados (hasta va manteniendo sus terminologías acuñadas nutridas
de profundo significado). Hoy me pasma una palabra: expaís. Sólo esa palabra es
un inmensurable aporte. Amigo Ciro ¿entendemos profunda y claramente qué ha
querido ilustrar el acuñador con esa palabra?. No espero respuestas tan vacías
como “¡Ah sí! que
era un país y que dejó de serlo, que ahora no es un país”. Para entender,
hay que saber qué da rango de país, con su gente, a un territorio estadificado.
No conozco al profesor, por ello no puedo saber hasta dónde llegan sus
capacidades ni cuál es el rol que se ha propuesto en la actuación de esta
“película”; lo que sí puedo asegurarle, amigo Ciro, es que los aportes que él
suministra hay que valorarlos, saberlos entender para emplear los correctivos
que sugieren. Leer un twit del profesor sin tener la secuencia de sus
principios, investigaciones, análisis y conclusiones, no puede dar más que para
errar en la apreciación (como, obviamente, pasa con todo).
PD - Sin
ánimos de discriminar: no a todas las personas vale la pena hacerles una
observación. Sólo vale la pena a personas centradas de las cuales pueda
deducirse le sacarán buen provecho.
Salud, bienestar...
¡que sigan los triunfos!
JUSTO
LIBERTANTE
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