¿El dios de Venezuela?
Tengo que pronunciarme; lo tengo que hacer porque soy venezolano y me están haciendo daño también sin tener yo responsabilidad alguna. Tengo que pronunciarme; lo tengo que hacer porque es mucho el daño infringido a miles de hermanos paridos por esta misma tierra que me parió también a mí. Tengo que pronunciarme; lo tengo que hacer por el asombro que me invade al ver que estamos en manos de locos delincuentes arropados de poder (dinero, influencias, armas y conciencias compradas a precio de honor y sangre: mucha gente ha vendido su conciencia pero, en vez de cobrar, paga y hace pagar con el honor y la sangre corriente).
Es asombroso que una sola persona maneje a millones (o que esa persona sea manejada y a través de ella igualmente millones sean también manejados). No es fácil digerir la realidad de que tanta gente (inclusas muchas personas instruidas intelectualmente) carezca de plano de personalidad propia y en consecuencia su conducta sea programada al dedillo por una deidificada persona. Hoy, como claramente se avisoraba ya bien entrado el año 1998, estamos en un innegable peligro: la presidentría (adoración de un presidente) está diseminada por todo el territorio. Para colmo de males, el "presidente" es un ser dañino (ya no es un decir por decir: las pruebas son por miles, además del arrastre de la nación entera hacia la miseria y la degradación total en todos los órdenes). No resta más que rogar a Dios, para que nos quite de encima este monstruo que significa seres del mal con todo el poder sobre nosotros.
Rechazo por completo este estado de cosas; rechazo absolutamente a toda la dirigencia del estado venezolano (soy venezolano de nacimiento); rechazo a los partidos políticos; rechazo la falsa tesis que vende la creencia de que sin partidos políticos no hay democracia; rechazo tanta mácula infringida a la hermosa ciencia que es LA POLÍTICA; rechazo visceralmente la irritud de ejercicio del estado venezolano iniciada el dos de febrero de 1999 hasta la amarga actualidad; rechazo aquel irreverente y desfasado juramento; rechazo el adefesio de constitución que nació sobre las degracias de un desastre natural; rechazo a todas y cada una de las personas directa o indirectamente vinculadas a esta presidentría; rechazo el daño imperdonable hecho a los comisarios, a Afiuni, a Brito, a Ortega... a tant@s y a tant@s otr@s (tod@s con el cuerpo, la dignidad, el tiempo, la vida... todo en completa destrucción para satisfacción de millones de malvad@s desvergonzad@s; rechazo al comunismo, a todos sus derivados, y a todo el daño profundo, incicatrizable que mana sangre dolorosa por toda la historia estúpidamente repetida siglo tras siglo; rechazo la libre industria y el libre mercado armamentísticos aplastantes del intelecto y los valores; rechazo la ignorancia...; rechazo a todo "líder-amo"; rechazo los negros propósitos que, a la fecha de hoy, persiguen los poderosos de Venezuela.
No puedo salir del asombro que me produce ver y escuchar a tanta gente enferma de presidentría; tantas personas, con semejante enfermedad, si no se detiene esta locura, terminarán siendo nuestros exterminadores... ¡Así de "sencillito"! ...todo por "amor" al líder: ¡eso dicen ellos!. Yo digo que la mayor parte del alma colectiva está derruida, corrompida, por ende malignificada.
Es asombroso que una sola persona maneje a millones (o que esa persona sea manejada y a través de ella igualmente millones sean también manejados). No es fácil digerir la realidad de que tanta gente (inclusas muchas personas instruidas intelectualmente) carezca de plano de personalidad propia y en consecuencia su conducta sea programada al dedillo por una deidificada persona. Hoy, como claramente se avisoraba ya bien entrado el año 1998, estamos en un innegable peligro: la presidentría (adoración de un presidente) está diseminada por todo el territorio. Para colmo de males, el "presidente" es un ser dañino (ya no es un decir por decir: las pruebas son por miles, además del arrastre de la nación entera hacia la miseria y la degradación total en todos los órdenes). No resta más que rogar a Dios, para que nos quite de encima este monstruo que significa seres del mal con todo el poder sobre nosotros.
Rechazo por completo este estado de cosas; rechazo absolutamente a toda la dirigencia del estado venezolano (soy venezolano de nacimiento); rechazo a los partidos políticos; rechazo la falsa tesis que vende la creencia de que sin partidos políticos no hay democracia; rechazo tanta mácula infringida a la hermosa ciencia que es LA POLÍTICA; rechazo visceralmente la irritud de ejercicio del estado venezolano iniciada el dos de febrero de 1999 hasta la amarga actualidad; rechazo aquel irreverente y desfasado juramento; rechazo el adefesio de constitución que nació sobre las degracias de un desastre natural; rechazo a todas y cada una de las personas directa o indirectamente vinculadas a esta presidentría; rechazo el daño imperdonable hecho a los comisarios, a Afiuni, a Brito, a Ortega... a tant@s y a tant@s otr@s (tod@s con el cuerpo, la dignidad, el tiempo, la vida... todo en completa destrucción para satisfacción de millones de malvad@s desvergonzad@s; rechazo al comunismo, a todos sus derivados, y a todo el daño profundo, incicatrizable que mana sangre dolorosa por toda la historia estúpidamente repetida siglo tras siglo; rechazo la libre industria y el libre mercado armamentísticos aplastantes del intelecto y los valores; rechazo la ignorancia...; rechazo a todo "líder-amo"; rechazo los negros propósitos que, a la fecha de hoy, persiguen los poderosos de Venezuela.
No puedo salir del asombro que me produce ver y escuchar a tanta gente enferma de presidentría; tantas personas, con semejante enfermedad, si no se detiene esta locura, terminarán siendo nuestros exterminadores... ¡Así de "sencillito"! ...todo por "amor" al líder: ¡eso dicen ellos!. Yo digo que la mayor parte del alma colectiva está derruida, corrompida, por ende malignificada.
Jesús, María y José: líbranos de esta plaga...
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