...Y UN DIÁLOGO CON VENEZUELA
Resulta sumamente doloroso, tener que reconocer que la gente está vacía por dentro: incapaz de digerir lo que está claro y fácil de digerir. La incapacidad de entendimiento significa sacrificio... muchas veces de personas que sí son capaces ¡qué desgracia!.
¿Por qué resulta tan difícil entender que para mantener un país no hace falta ideología ni voluntad sino acción y compromiso?: no se necesitan complejos tratados conceptuales sino la materialización de obras benefactoras; no se necesita voluntad siquiera, sino el compromiso bajo demanda (igual que el jornalero enfermo en la mañana sale a trabajar, no obstante la voluntad de trabajar quebrada por el malestar).
El siete de octubre se abre un reto gigantesco (la gente vacía está a favor de los titiriteros y, siendo parte de nosotros, aunque sean hasta muy queridos familiares, son un peligro inminente): la votación hay que hacerla porque es la única arma, aunque encasquillada, que nos han permitido esgrimir para nuestra propia defensa pacífica. Y el reto seguirá por años, porque es demasiada la gente de mal de que se plagó este país.
Muchas oraciones y mucha fortaleza de espíritu siempre han de ser los puntales sustentos de la la paz y de la felicidad reales. ¡Adelante, gente de bien!: a votar el 7-O; a cuidar los votos; a apoyar manifiestamente al candidato; a crear recursos de colaboración para colaborar levantando a esta maltrecha nación que muchos, por la ya avanzada edad, jamás podremos volver a ver siquiera con la mitad de la calidad que en nuestra juventud pudimos vivir.
EL DIÁLOGO:
¡¡OJALA QUE DESPIERTES, VENEZUELA; OJALÁ QUE TE LAVES EL MIEDO; OJALÁ QUE LEVANTES LA CARA; OJALÁ QUE TE MIRES LA ROPA DE MISERIA QUE NO TENÍAS Y QUE DESDE HACE YA TRES QUINQUENIOS TE LA COLOCARON SIN QUE TE DIERAS CUENTA POR ESTAR DORMIDA; OJALÁ QUE TRABAJES ALIMENTANDO TU CONSCIENCIA COLECTIVA; OJALÁ QUE NUNCA TE VUELVAS A DORMIR EN LOS BRAZOS DE NINGUNA BACTERIA QUE, COMO CUALQUIER CUERPO, TÚ MISMA HAS PRODUCIDO...
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