miércoles, 16 de enero de 2013


... no estela morales: 
estamos en manos de una estela de inmorales
(III)


Pasan y pasan los días y todo sigue igual: peor.
Aquí se trata de respetar, tolerar y acatar delitos, crudos o cocinados, cuando manen del tribunal supremo de justicia... o (tal vez) del amo: el que creemos conocer o cómo saber si es algún(os) omnipoderoso(s) desconocido(s)
Es mucho lo que sabemos, demasiado lo que ignoramos (quizá) acerca de este nefasto "gobierno"; especie extraña de plaga desconocida vestida de gobierno perfecto.
Criticar, ya cansa, jamás será solución. 
Casi seguro es que tengamos que derramar (una vez más) mucha de nuestra sangre, para acabar con la plaga vestida de humana que se adueño de nosotros; pero ello debería valer la pena y, por ende, antes tendríamos que poseer un andamiaje programático firme que nos soporte por siempre y nos garantice no volver a caer en las nubes de estas plagas. Los inmorales, enriquecidos y monstruificados, no van a dejar fácilmente la querencia de fungir ser nuestros amos y señores.
Es doloroso ver la asombrosa cantidad de personas podridas por dentro, de tanto construir destrucción para los que consideran débiles; es triste saber que son nuestros hermanos y nos aborrecen. 

Venezuela, si te quitas de verdad la ignorancia e impides que te la insuflen, alguna vez serás libre para el siempre que te vendrá desde entonces. Dios te bendiga Venezuela; Dios bendiga tu parte noble, noblifique a todos los noblificables, y erradique por siempre al malo y a la maldad...


JUSTO LIBERTANTE







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